miércoles, 28 de noviembre de 2012

Pon una estrella en tu vida


Para empezar, no he encontrado mejor tema, que esa imperiosa necesidad que parece que tenemos los humanos de seguir a una estrella. Desde los reyes de oriente que ya persiguieron una que todavía hoy inunda nuestras casas en navidad, a los-as adolescentes que persiguen a su cantante favorita, vistiéndose, cortándose el pelo como ellas, ¿el resultado? pues el empobrecimiento de la diversidad, al final, clones tras clones. 

Esto, también se ha contagiado al mundo de la emprendeduría, si, si, lo habéis leído bien, los emprendedores tenemos nuestras estrellas. No nos forramos carpetas con ellas, pero llenamos cualquier sala donde ellos hablen, no compramos sus camisetas, pero nos vestimos como ellos. Que ellos van con unas NB (poco original por cierto), nosotros nos compramos unas. Si llevan un traje sin corbata aunque les quede manifiestamente mal, pués no pasa nada, ellos son el ejemplo del triunfador, no aceptan etiquetas, nadie les dicta órdenes. Vaya, vaya, ya veis que los parecidos con el amor que algunos profesan a profetas, artistas, deportistas y demás, saltan a la vista. Si en una conferencia alguien dice "facebook acabará con google", tenemos la tentación de darnos de baja de ad-words y demás, para refugiarnos en el "pacificador azul" de aquella red social y lo posteamos, lo twitteamos como si hubiéramos visto la luz. Si nos dicen que a nuestro proyecto le falta "no sé qué", nos hunden como si el párroco de un pueblo de la España de los 50, nos hubiera dicho que nuestra hija era "impura". 

No digo que la experiencia, en algunos caso contrastada, de esas rutilantes estrellas no merezca una atención y lectura por nuestra parte. Lo que me gustaría es que cada uno imprimiese su carácter, su idea, su punto de vista y nos ayude a descubrir nuevas verdades, nuevas formas de actuar y pensar, que también las hay. No todos marcaremos goles como Falcao, regatearemos como Messi o correremos como CR, cada uno tiene su estilo y ha de saber encontrarlo, obsesionarse con la comparación, con los ejemplos, me parece que nos lleva a perdernos una parte de esta increíble aventura que es "emprender". Por cierto, SI, efectivamente necesitas dinero para emprender, ya sea para montar la idea, mantenerte mientras consigues los primeros ingresos y demás. Bueno también podrías hacer una huelga de hambre hasta que no triunfes o volver con los niños a casa de tus padres, pero me parecería excesivo. Otra cosa es que tengas 20 y ya vivas allí. 



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